Los pacientes pueden ir perdiendo su campo visual de forma progresiva sin darse cuenta. Hay que concienciar a la sociedad sobre la importancia que tiene un diagnóstico precoz, pues aproximadamente la mitad de las personas que sufren la enfermedad está sin diagnosticar.
La mejor forma de evitarla pasa por realizar una revisión cada año y medio. Aquellas personas que tengan más de 50 años, o que tengan antecedentes familiares, diabetes o alta miopía, deberían tener una mayor precaución.
A la hora de conseguir este diagnóstico precoz. García Feijoo subraya la importancia de acudir de forma periódica al oftalmólogo, pues los exámenes ópticos de graduación habituales no son suficientes para la detección de la enfermedad, especialmente a partir de los 50/55 años. En esta edad es cuando se considera que el riesgo de desarrollar glaucoma aumenta de forma notable.
No contamos con el hábito de revisarnos los ojos con asiduidad a la hora de prevenir o detectar diferentes enfermedades, debiendo tener en cuenta que las revisiones son la única forma posible de diagnosticar un glaucoma lo más pronto posible y así comenzar a tratarlo.
Buscando biomarcadores
El tratamiento más común está centrado en los fármacos hipotensores, pero en casos necesarios puede acudirse a terapias láser y la cirugía, dependiendo todo ello del nivel de presión ocular, tipo de glaucoma o estadio en que se encuentre la enfermedad. Lo que hay que tener en cuenta es que todos ellos se enfocan a frenar el avance de una enfermedad que es irreversible. El futuro pasa por la búsqueda de biomarcadores proteicos de la enfermedad y el estudio de los genes de riesgo asociados.
Identificar los biomarcadores hace posible distinguir bioquímicamente entre los diferentes tipos de glaucoma y así poder estimar la progresión de la enfermedad, ayudando además a diagnosticar de forma precoz a los individuos afectados por la enfermedad y así pudiendo abordar el tratamiento en etapas tempranas, lo que reduce de forma considerable la pérdida de visión, que se va produciendo en los pacientes que tienen glaucoma antes de que se les diagnostique.
Pérdida de visión que se va produciendo en los pacientes glaucomatosos antes de ser diagnosticados», concluye.