La tonometría es un examen para medir la tensión intraocular, siendo la piedra angular tanto en el reconocimiento como en la evaluación del tratamiento del glaucoma.
Para entender cómo funciona la tensión ocular, hay que entender que el ojo en sí mismo no es del todo sólido, tratándose de una especie de cubierta maleable que comprende dos tipos de líquidos en su interior (llamados humor vítreo y humor acuoso) que le permiten mantenerse suspendido.
Por lo tanto, estos líquidos son indispensables en la salud de este órgano y siempre existe cierta presión que ejercen en este.
La hipertensión ocular y ¿Qué es un glaucoma?
La tensión a la que es sometido el ojo por los líquidos antes mencionados por naturaleza no deben ser muy altos.
La medición aceptada para determinar la normalidad de esta tensión es en mmHg, siendo 16 mmHg el promedio normal y como valores aceptables se tiene un margen no mayor de 20 mmHg.
De otra manera, se tendría hipertensión ocular entre manos y se estaría en riesgo de contraer glaucoma.
Ahora bien, el glaucoma es una enfermedad o compuesto de enfermedades que pueden ocasionar pérdida de visión, siendo de hecho la segunda causa de ceguera en el mundo.
Se relaciona con el tema al estar altamente relacionado con el aumento de la presión intraocular y por la falta de drenaje del humor acuoso (antes mencionado).
Esta enfermedad provoca daños en el nervio óptico, que es el nervio que lleva la información del ojo al cerebro, suele ocurrir cuando la presión del líquido dentro del ojo es demasiado alta.
Tipos de tonometría
Existen dos tipos de tonometría principales, la tonometría de contacto corneal y no corneal, a continuación te explicaremos ambos tipos:
Tonometría de contacto corneal
- Tonometría por aplanamiento: El proceso conlleva anestesiar el ojo del paciente con gotas, donde un cono situado al extremo del tonómetro toca suavemente la córnea del paciente, midiendo la cantidad de fuerza necesaria para aplanar una parte de la córnea de manera temporal.
Este tipo de prueba cuenta con los instrumentos tanto de Goldmann como de Perkins, teniendo una forma y procedimiento ligeramente distintos, destacando únicamente la facilidad de ser portátil del sistema de Perkins.
En cualquier caso, ambos requieren de la participación de un oftalmólogo u optometrista.
- Tonometría de rebote: Son en esencia llevados a cabo por una sonda microscópica de metal despedida en dirección a la córnea por el instrumento, dicho aparato registra la velocidad a la que le toma a la sonda detenerse completamente al impactar en la superficie corneal, información que es traducida a la tensión ocular por el profesional.
Cabe destacar que este método no supone peligro alguno, de hecho es tan poco invasivo que no requieren gotas a diferencia de la tonometría por aplanamiento.
Tonometría de contacto no corneal
- Tonometría de aire o tonometría pneumática: Este funciona sin tocar la córnea directamente, en su lugar despide una pequeña corriente de aire hacia la córnea subiendo progresivamente la presión del aire hasta que su superficie se aplane.
Aquí es donde se mide la presión de aire necesaria para aplanar la superficie de la córnea datos con el que determinamos el valor de la presión intraocular.
Entre otras cosas como el nombre de su clase lo indica, no hace contacto o impacta directamente con la córnea, convirtiéndose en el método por excelencia para conclusiones generales del estado en el que se encuentra el paciente, aunque cabe señalar que no es del todo preciso.
¿Por qué pueden existir resultados anormales en la tonometría?
Si bien casi siempre están relacionados al glaucoma o pueden causar, también pueden deberse a inflamaciones pasajeras en el ojo, lesiones del ojo o la cabeza, o un hifema.
En cualquier caso, recomendamos que estés muy atento, ya que el último mencionado es de especial prioridad médica.
Riesgos de la tonometría
Los riesgos son prácticamente inexistentes, especialmente en la tonometría de rebote y de la tonometría pneumática, ahora con el método por aplanamiento.
Existe la posibilidad de rayar la córnea, lesión conocida como abrasión corneal, aunque solo se trata de un rasguño que por lo general sanará en unos pocos días, esto sin mencionar que es muy poco probable que suceda.
También, una de las complicaciones que pueden ocurrir con la tonometría es un aumento temporal de la presión ocular. Suele desaparecer en unos minutos, pero en casos raros puede durar una hora o más.
Si tienes ángulos estrechos en los ojos, puedes correr el riesgo de que aumente la presión ocular durante la tonometría. Por eso es importante que le digas a tu médico si tienes esta afección antes de la prueba.
Otras complicaciones poco frecuentes de la tonometría son la hemorragia o el desprendimiento de la retina, una capa interna del ojo, estas complicaciones suelen verse sólo en personas con una presión ocular muy alta.
Para evitar cualquier complicación ocular durante la tonometría, asegúrate de seguir las instrucciones de tu médico antes y después de la prueba. Y si tienes alguna duda, no dudes en preguntar a tu médico o al equipo médico que realiza la prueba.
Conclusiones sobre la tonometría y la tensión ocular
Para concluir, es indispensable señalar que existe la posibilidad de tener glaucoma de tensión normal, donde el nervio óptico está dañado sin que se tenga tensión ocular irregular.
Aunque es muy extraño, hasta el punto de ser un misterio el por qué sucede, se debe estar atento para abordar con remedios tan pronto como sea posible, ya sea de este extraño caso pueden surgir problemas de hipertensión ocular (glaucoma común).
Si necesitas realizar o agendar una consulta con un optometrista para evaluar si necesitas una tonometría, puedes contactar con nosotros y agendar una cita haz clic en le enlace de contacto de más abajo
Aquí están los servicios más relevantes que ofrecemos