¿De qué manera afecta a nuestros ojos?
Algunas molestias de carácter respiratorio como la congestión nasal, tos, estornudos o picores de nariz y garganta, forman parte de los molestos síntomas. Cuando la persona con alergia entra en contacto con el polen, el sistema inmunitario suele reaccionar de forma inapropiada, como si fuera un invasor.
Al querer protegerse de esta amenaza, produce anticuerpos contra el alérgeno que es lo que hace posible que se liberen algunas sustancias químicas, como la histamina, que son las que hacen que se produzcan estos síntomas propios de la alergia. Además del famoso polen primaveral, se puede producir conjuntivitis alérgica los ácaros del polvo y la caspa que tienen algunos de los animales domésticos de nuestros hogares, así como determinados productos de belleza.
¿Qué puedes hacer?
En general los ópticos optometristas suelen aconsejar tener mucho cuidado con la protección de los ojos por este tipo de alergias. Se recomienda si lo eres no salir de paseo por el campo o parques, lugares con gran concentración de polen.
Si viajas en coche, lo mejor es mantener subidas las ventanillas, usa gafas de sol para protegerte del polvo y las partículas en suspensión, además es recomendable evitar exponerse a sitios donde haya mucho polvo, animales domésticos o demás agente que puedan ser irritantes y agravar los síntomas, caso del cloro de las piscinas o el humo.
En caso lo mejor es evitar la acumulación de polen, cerrando ventajas y manteniendo todas las superficies lo más limpias posibles con una bayeta húmeda. Se recomienda usar humidificadores y aparatos de aire acondicionado.
Podríamos decir que otra medida que hay que tomar es extremar la higiene todos los días. Cuando llegues a casa, debes ducharte y cambiarte de ropa, ya que el polen puede depositarse en el pelo y la ropa. Lavarse las manos con frecuencia y no frotarse los ojos son también medidas a tomar.
No es conveniente automedicarse. Las alergias del ojo se deben evaluar por los profesionales sanitarios, debiendo comenzar el tratamiento según las recomendaciones que tenga cada paciente. Lo mejor es no tomar decisiones de automedicarse, ya que, al no ser un profesional, puede que ocasiones graves complicaciones en tus ojos, desde queratitis a un glaucoma.